Orar juntos… la celebración

En el encuentro de este mes organizado por la Comunidad de Matrimonios Nazaret, Jaime Tatay sj nos invitó a reflexionar sobre lo que nos cuesta celebrar desde el agradecimiento. Y, sin embargo, estamos invitados permanentemente a sentir agradecimiento por tantos dones recibidos. De hecho, la centralidad del agradecimiento debe ser una de las claves de nuestra vida. En palabras del Papa Francisco “la alegría evangelizada siempre brilla sobre el trasfondo de la memoria agradecida: es una gracia que necesitamos pedir” (Evangelii Gaudium). En efecto, si ante las dificultades nuestra fe se resquebraja y nuestra oración se debilita, podemos recurrir a la memoria agradecida y así experimentar la alegría en medio de las tribulaciones.

Por otra parte, insistió en la importancia de la celebración, como rito y como canal para la transmisión y el fortalecimiento de la fe. Sobre la importancia de los rituales ha insistido en los últimos años el filósofo Byung-Chal Han: “los rituales generan una comunidad de resonancia que es capaz de una armonía, de un ritmo común”. Estamos llamados a entrar en resonancia con otros y el espacio para hacerlo es la celebración, que es siempre con-celebración: con Dios, con los otros, con la creación.

¿Hemos sido capaces de crear nuestros propios rituales para darle profundidad a la jornada, para vivir agradecidos? Cuando oramos, ¿somos capaces de orar por otros, de alegrarnos con el otro? Porque en eso consiste orar la Vida y no solo mi vida.

El encuentro terminó con una oración a partir de algunos salmos en los que el agradecimiento ocupa un lugar central. Pidamos al Señor una memoria agradecida.

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