Orar juntos la vida: Reconciliación

El jueves 16 de noviembre arrancó la segunda edición del ciclo Orar juntos la vida, organizado para toda la parroquia por la Comunidad de Matrimonios Nazaret. Pablo Guerrero sj abordó, bajo el título de “Orar la reconciliación que necesitamos”, el tema de la reconciliación con uno mismo, en sus palabras, “la reconciliación más necesaria de todas”. Empezó recordándonos que llevamos un tesoro en vasijas de barro y que no somos conscientes en toda su hondura de lo que esto significa. A veces no somos capaces de perdonarnos a nosotros mismos porque olvidamos que Dios nos amó primero y que es su amor el que nos impulsa a cambiar; que Dios nos quiere tal y  somos, aunque nos sueña mejores; que Dios confía en nosotros mucho más de lo que nosotros confiamos en Él; que Dios nos ha creado y salvado, y nos sigue creando y salvando, incluso de nosotros mismos.

Dios está siempre con nosotros, acompañándonos, transformando nuestra vida y nuestro entorno en lugares en los que amar y ser amados. Tendemos a identificar la gracia de Dios con el éxito, con que las cosas nos salgan bien, pero Dios está igualmente presente, o más si cabe, en el fracaso y en el dolor. La reconciliación con uno mismo tiene que ver, por tanto, con la confianza, porque entregar a Dios nuestra confianza es la esencia de nuestra fe. ¿Puede un cristiano no tener esperanza? Eso es tanto como decir que imaginamos un futuro no habitado por Dios.

Conviene que nos hagamos algunas preguntas: ¿cómo va mi pasión por Dios? ¿Es Dios lo más importante de mi vida? ¿O le doy más importancia a mis títulos, a mi éxito profesional, a mi físico, a mi personalidad? ¿De qué estoy orgulloso? ¿Cuál es el fundamento en que se sustenta mi vida? Porque si es Dios, si mi vida es una vida apasionada, entonces soy un ser verdaderamente libre, indiferente ante todo aquello que no me lleva a Dios.

Y dos últimas preguntas con las que el sacerdote cerró la oración que siguió a su charla y que nos dejó para meditar: 1) ¿Qué has hecho con la capacidad impresionante que se te ha dado para hacer el bien, para hacer felices a los que te rodean, para llevar esperanza al mundo? 2) ¿Cómo correspondes a tanto bien recibido, a tanto amor?

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