El jueves 4 de marzo Ana Martín Echagüe fue la encargada de la sesión de formación organizada por la comunidad de matrimonios Nazaret. En la serie sobre los místicos, en esta ocasión tocaba el turno a Etty Hillesum, una mujer fascinante. Ana ha escrito recientemente «Desenterrar a Dios: el proceso espiritual de Etty Hillesum». Y ayer dedicó su intervención a presentar a esta mujer, profunda, luminosa, buscadora de Dios con los pies en la tierra, testigo de esperanza en el infierno del holocausto. Víctima que se negó a sucumbir al desaliento.
Quizás el momento que vivimos, las imágenes de la guerra en Ucrania y la violencia que se nos puede instalar en la entraña , hacen más contundente la esperanza de una mujer que se negó a plegarse al odio, y que eligió ver la belleza. Las citas que fue desgranando Ana permitieron a los asistentes acercarse a Etty, que para muchos es aún una desconocida.
Una cita de Etty y el vídeo de la conferencia pueden ser la mejor forma de compartir el legado de esta mujer.
«La paz sólo puede convertirse en una paz real más adelante, cuando cada individuo la encuentre en sí mismo, extermine y venza el odio hacia los demás, da igual de qué raza o pueblo, y lo transforme en algo que ya no sea odio, sino tal vez incluso amor. Pero probablemente eso sea exigir demasiado. Y aun así es la única solución.»