Adorar y confiar

Desde hace tres años en Madrid, en la Iglesia de Maldonado, comenzó «Adora y confía», una actividad que rápidamente encontró muy buena acogida entre gente de todas las edades. Se trata de entrelazar la adoración al Santísimo con la contemplación ignaciana. Un rato quincenal de adoración, en el que una cotemplación guiada ayuda a ir profundizando en una escena evangélica. Y así se van desplegando miradas a la vocación, las bienaventuranzas, las heridas que necesitan ser sanadas, la justicia, la tormenta, las parábolas… La estructura de la oración sigue la propuesta ignaciana que aprendemos en los ejercicios.Una oración preparatoria, siempre la misma, seguida de una petición específica que tiene que ver con el motivo del día. A continuación se expone el Santísimo. Después se proclama el evangelio para ese día y hay una breve homilía por parte de quien en esa ocasión preside el encuentro. A continuación, unos puntos de reflexión que se van intercalando con silencios y con música -clave también el apoyo de un equipo que cuida con mimo la parte musical-. Ya llegando al final, se recita juntos una oración que tenga que ver con el tema meditado, y tras un espacio para el coloquio (el último punto de la oración ignaciana), se retira el Santísimo. El esquema es sencillo, pero invita a contemplar y acercar la realidad de cada día y la presencia de Dios. El equipo que prepara está formado por jesuitas y laicos.

«Adora y confía» se celebra en Madrid, un miércoles cada dos semanas, a las 21,00h. empezando este 15 de septiembre. Con la inspiración de este modelo, y conscientes de la demanda de este tipo de celebraciones, el año pasado se emprendieron iniciativas similares en Barcelona -aprovechando que Enric Puiggròs estaba en el equipo que lo puso en marcha en Madrid, lo pudo llevar a Barcelona-. Allí es «En Adoració» y se tiene también quincenalmente, en la Iglesia del Sagrado Corazón  -en la calle Casp, 27- pero en este caso los jueves, a las 20,30h. Y también en  Oviedo, con el liderazgo de Alberto Plaza, se ha emprendido un rato de contemplación guiada -en este caso sin adoración-. Allá se llama «Tomad Señor» y se hace  en la iglesia de la Compañía (C/Caveda, 24), los segundos y cuartos martes de cada mes -semanal en tiempos litúrgicos fuertes-, a las 20,15h, comenzando el próximo 12 de octubre. 

Es una buena práctica la de poder ir viendo lo que funciona y compartiendo iniciativas pastorales que puedan resultar fecundas adaptadas en distintos contextos.

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