Cada domingo a las 12,00h, en la Iglesia, tenemos la ocasión de compartir una Eucaristía que está preparada pensando especialmente en familias con niños. Un grupo de padres y madres se junta cada viernes con los celebrantes habituales (Vicente, Toño y Pablo) para tratar de ver cómo contar el evangelio de ese domingo de un modo que les pueda llegar más. Se busca que comprendan cómo el evangelio se enlaza con sus vidas, y puedan intuir cómo les acerca a Jesús.
La celebración tiene símbolos cuidados, se intenta que el lenguaje -en peticiones, introducciones, etc- sea asequible a los más pequeños. También se va haciendo énfasis cada semana en alguna de las oraciones habituales de la misa, para que las vayan aprendiendo. La música es otra parte importante. Un coro formado por niños, jóvenes y adultos se junta cada domingo una hora antes para ensayar algunas canciones y disfrutar cantando juntos para acompañar la celebración.
Y así, poco a poco, se va generando comunidad, para ayudar a que la Eucaristía se convierta, para los más pequeños, en una celebración que les ayude a encontrarse con Jesús, a descubrir su Palabra y a compartir la fe de sus mayores.