El pasado lunes, 26 de noviembre, los ministros de la eucaristía de la parroquia tuvieron la ocasión de escuchar al Padre Elías Royón hablar del Sínodo de la sinodalidad. Elías Royón es jesuita, pertenece a la comunidad de Maldonado, y ha sido uno de los participantes de la última fase que ha tenido lugar en octubre. En la medida en que tienen un compromiso concreto y bien real con la parroquia, es un ámbito privilegiado para seguir formándonos sobre nuestro ser Iglesia.
Elías compartió con nosotros sus impresiones y su perspectiva sobre lo que se está moviendo. Entre las muchas cuestiones que deja claras, señala que una cosa es el sínodo mediático (es decir, las expectativas, comentarios de blogs, opiniones sobre lo que se trata, sobre posibles resultados, etc. que suele ser algo más amarillista y polémico) y otra el Sínodo real, como experiencia de Iglesia universal, plural, unida en la escucha del Espíritu.
Importancia especial tiene el silencio y el método, donde la escucha del otro y la acogida en oración tiene una importancia primordial. Para que se termine convirtiendo en diálogo «en el Espíritu» que, Elías indicaba, es algo mucho más profundo que el diálogo espiritual. Es el diálogo en el que se quiere buscar y encontrar la inspiración de Dios.
Este sínodo -decía- es sobre la propia Iglesia, como comunidad plural. Sobre la misión que todos tenemos en ella. De hecho, a propósito de la misión tuvo una interesante reflexión sobre la posible emergencia de nuevos ministerios que explicitan lo que ya es experiencia real de servicio (ahí enmarcaba la reflexión sobre temas tan importantes como un posible diaconado femenino).
Otra cosa son cuestiones que suscitan más ruido o interés mediático (citaba el Sínodo alemán, las cuestiones de género, la propia validez de esta estructura del Sínodo de los obispos), y que hay que ir viendo con matices.
Animó ( y desde aquí animamos) a leer el documento síntesis «Una iglesia sinodal en misión», que se puede descargar aquí