Celebramos San Ignacio de Loyola

El pasado día 31 de julio, volvimos a encontrarnos la familia ignaciana de Madrid para celebrar la fiesta de San Ignacio en la parroquia de San Francisco de Borja (Jesuitas Maldonado).   Participó un numeroso grupo de personas, colaboradores, amigos, jesuitas, etc. En la homilía, Pablo Guerrero, reflexionó sobre la vida y legado de Ignacio. Se centró en tres elementos importantes en la trayectoria espiritual de Ignacio, del sueño que Dios le suscitó, del don de Dios a la Iglesia que es la Compañía de Jesús, del sueño que lleva dentro cada jesuita.

En primer lugar, destacó que la relación con Dios para Ignacio es personal e íntima, que provoca un fuego interior que busca seguir la voluntad divina en la contemplación y la acción. En segundo lugar, señaló la pasión de Ignacio por la mayor gloria de Dios. La persona que Ignacio quiere formar es alguien que ha experimentado que es criatura amada, pecador liberado, llamada hacia delante… Y esto origina tal agradecimiento en nuestro interior, que solo podemos dedicar nuestra vida a buscar la mayor gloria de Dios que, al mismo tiempo, es el mayor bien de los hombres. En tercer lugar, resaltó que el Cristo que sedujo a Ignacio es el Cristo pobre y humillado, y que los jesuitas están llamados a identificarse con Él, aceptando sus propios sufrimientos y desafíos. Esto invita a los jesuitas a recordar su misión de ser compañeros de Cristo en la cruz, y a no olvidar que su vocación surge del amor de Dios por su pueblo.

La homilía terminó pidiendo a los asistentes que oraran por los jesuitas, para que mantengan la fidelidad, valentía y humildad en el servicio a Jesucristo, enfrentando los desafíos del mundo con fe y entrega total. En definitiva, se nos animó a todos a pedir a Dios que nos enseñe a entregarnos por completo en su servicio, siguiendo el ejemplo y el sueño de Ignacio.

Os dejamos una recopilación de fotos del suceso

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